Esto dice el Señor: “He aquí que yo envío a mi mensajero. Él preparará el camino delante de mí. De improviso entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza a quien ustedes desean. Miren: Ya va entrando, dice el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién quedará en pie cuando aparezca? Será como fuego de fundición, como la lejía de los lavanderos. Se sentará como un fundidor que refina la plata; como a la plata y al oro, refinará a los hijos de Leví y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos’’.
REFLEXIÓN
"De improviso entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan..."
Siempre hay algo esperado e inesperado de Jesús. Malaquías predijo que Su venida sería una sorpresa.
Y Simeón, guiado por el Espíritu Santo, esperaba pacientemente con esperanza su encuentro con Jesús.
Que nuestra fe sea lo suficientemente fuerte para resistir y confiar en que el Espíritu Santo nos recompensará mostrándonos al niño Jesús con María y San José.
Que aquellos con los que nos encontremos reciban el regalo de una visita de Jesús.
Dios ha hecho cosas maravillosas por nosotros, démosle gracias con un sacrificio de alabanza.
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