El Ángel Guardián| Marcantonio Franceschini
Lectura del Santo Evangelio según Mt 18:1-5, 10
En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Quién es más grande en el Reino de los cielos?”
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: “Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo’’
REFLEXIÓN
“Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo’’
A lo largo del Antiguo y del Nuevo Testamento, se mencionan los ángeles. Son mensajeros de Dios dados a cada alma individual. Los ángeles no solo son ejecutores de la ira de Dios, sino también protectores de las almas individuales. Vienen en ayuda de los necesitados. Los ángeles cerraron el paraíso terrenal, protegieron a Lot, salvaron a Agar y a su hijo y detuvieron la mano de Abraham.
El Verbo Encarnado siempre ha estado rodeado de la adoración y el servicio de los ángeles. Cantaron alabanzas en su nacimiento, protegieron a Jesús durante la masacre de los Santos Inocentes y hablaron con José en un sueño. Los ángeles ministraron a Jesús cuando pasó 40 días en el desierto. El ángel liberó a Pedro de la prisión. Evangelizaron la Buena Nueva de la Encarnación y Resurrección de Cristo. Estarán presentes cuando Jesús regrese. Dirigen y protegen a las almas cooperativas en su viaje hacia la salvación, que termina en el Cielo.
San Padre Pio siempre le pedía a una persona que su ángel de la guarda hablara con el suyo.
El Papa Pablo V, el 27 de septiembre de 1608, colocó la Fiesta de los Ángeles Guardianes en el Calendario Litúrgico de la Iglesia Católica. Honramos a los ángeles ya que Dios en Su infinita Sabiduría Divina nos ha dado a cada uno de nosotros un ángel para atender nuestras necesidades espirituales y físicas. Damos gracias a Dios por los ángeles. Agradecemos a los ángeles por su ayuda, cuidado, liderazgo y protección en nuestras vidas y en nuestro viaje al cielo.
Oración al Ángel de la Guardia
Ángel de mi guarda,
dulce compañía,
no me desampares,
ni de noche ni de día,
no me dejes solo, que me perdería,
hasta que me pongas, en paz y alegría,
con todos los santos, Jesús y María,
te doy el corazón y el alma mía
que son mas tuyos que míos.
Amen.
Comments