En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: “¡Jesús, maestro, ten compasión de nosotros!”
Al verlos, Jesús les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”. Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.
Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ese era un samaritano. Entonces dijo Jesús: “¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?” Después le dijo al samaritano: “Levántate y vete. Tu fe te ha salvado”.
REFLEXION
"Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta,
se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias."
El Papa San León el Grande fue un Papa dedicado, conocido por sus sermones y habilidades administrativas.
Su papado se observó en cuatro ramas diferentes:
Herejías: Luchó contra la herejía del pelagianismo (exagerando la libertad humana) y el maniqueísmo (viendo todo lo material como malvado).
Controversia doctrinal: la Iglesia vs Oriente con respecto a la enseñanza sobre las dos naturalezas de Cristo.
Diplomacia: Animó con éxito a Atila el Huno a no atacar Roma.
Cuidado pastoral de la gente de la Iglesia: Dio sermones espiritualmente fundamentados y tuvo la capacidad de alcanzar las necesidades e intereses cotidianos de la gente. (1)
Su sermón más conocido fue el día de Navidad. Habló del regocijo de los santos al ver la palma de la victoria cercana: habló del gozo del pecador que recibió el perdón: habló del coraje del pagano cuando fue llamado a la vida. (2)
Jesús había venido a derrocar al diablo, en esa misma naturaleza por la cual había derrocado a la humanidad. (2)
“Amados, demos gracias a Dios, el Padre, por medio de su Hijo, en el Espíritu Santo, porque en su gran amor por nosotros se apiadó de nosotros, y cuando estábamos muertos en nuestros pecados, nos resucitó con Cristo. , para que en él seamos una nueva creación ". (Papa San León Magno) (2)
El único leproso que regresó para agradecer a Jesús fue el samaritano. La salvación vino para todos. ¿Somos los santos marginados, pecadores o paganos de nuestra sociedad?
¿Cómo agradecemos a Dios por todo lo que nos ha dado: nuestra fe, gracias y nuestra salvación?
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