En aquellos días, mientras Jesús enseñaba en el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo y le preguntaron: “¿Con qué derecho haces todas estas cosas? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?”
Jesús les respondió: “Yo también les voy a hacer una pregunta, y si me la responden, les diré con qué autoridad hago lo que hago: ¿De dónde venía el bautismo de Juan, del cielo o de la tierra?”
Ellos pensaron para sus adentros: “Si decimos que del cielo, él nos va a decir: ‘Entonces, ¿por qué no le creyeron?’ Si decimos que de los hombres, se nos va a echar encima el pueblo, porque todos tienen a Juan por un profeta”. Entonces respondieron: “No lo sabemos”.
Jesús les replicó: “Pues tampoco yo les digo con qué autoridad hago lo que hago”.
REFLEXIÓN
"Yo también les voy a hacer una pregunta, y si me la responden,
les diré con qué autoridad hago lo que hago."
Nuestros títulos identifican la autoridad que tenemos. Rey, Reina, Doctor, Juez, Padre, Papa, Obispo, Conductor, Director, mamá, papá, etc.
Y con el título se entiende lo que pueden hacer. Uno no esperaría que un Rey hiciera una apendicectomía, ni un Juez que dijera misa. Y con su autoridad uno podría concluir que tiene la formación, la experiencia y la capacidad para realizarla.
La autoridad de Jesús proviene de Su Padre. No obliga a nadie a seguirlo. En cambio, invita, da y guía a los que quieren seguirlo. Jesús es el Mesías, el Salvador: perdona y sana. ¡Él nos ama!
Al hacer la pregunta sobre Juan el Bautista y su autoridad, si los fariseos decían que era de Dios, entonces tendrían que creer que Jesús era el Mesías. Y si hubieran dicho que no venía de Dios, entonces la multitud se habría disgustado mucho.
Pensamiento del día: Uno necesita estar alerta y consciente de lo que está sucediendo. Atentos a lo que escuchamos y asertivos en nuestras creencias y trabajamos en nuestra capacidad para defender nuestra fe. Muchos quieren que fracasemos y quieren impulsar al mundo y su agenda. Siga al líder, siga a Jesús.
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