En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a predicar el Reino de Dios y a curar a los enfermos.
Y les dijo: “No lleven nada para el camino: ni bastón, ni morral, ni comida, ni dinero, ni dos túnicas. Quédense en la casa donde se alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en algún pueblo no los reciben, salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los pies en señal de acusación”.
Ellos se pusieron en camino y fueron de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio y curando en todas partes.
REFLEXION
"No lleven nada para el camino"
Pienso muchas veces en el pasado: ¿y si hubiera dicho o no hubiera dicho algo, las cosas habrían resultado de otra manera? Desafortunadamente, el pasado se ha ido para siempre, y pase lo que pase, si nunca lo dejo ir, el pasado seguirá siendo mi presente y mi futuro.
Si me preocupo por el mañana, ¿será mejor hoy? Si me preocupa el futuro, entonces no puedo vivir en el presente debido a mis mañanas pendientes. Y todos sabemos que es posible que el futuro nunca se materialice.
Si seguimos sumando a nuestro equipaje llevaremos cargas innecesarias y onerosas. ¿Es esto lo que Jesús quiso decir cuando dio autoridad sobre todos los demonios y para curar enfermedades? ¿Qué tipo de poder quiere Dios que ejerzamos en nuestra vida personal y en nuestro servicio?
Jesús está tratando de hacer nuestras vidas simples y pacíficas. Deberíamos trabajar como si fuéramos a morir esta tarde. Trabaja diligentemente por el Señor y Su Reino, discúlpate inmediatamente después de haber ofendido, perdona porque, si no lo hacemos, podríamos estar rogando a Dios por Su misericordia sin un buen historial.
Dios puede cambiar y transformar nuestras vidas. Que podamos usar ese poder que Él nos ha dado para bien. Que nuestra pobreza de espíritu nos mantenga alejados de la codicia y una visión del mundo de "yo, yo y yo".
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