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PRIMER SÁBADO DE LA XXXI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, 06 DE NOVIEMBRE DE 2021



Lectura del Santo Evangelio según Lc 16:9-15


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes?

No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero’’.

Al oír todas estas cosas, los fariseos, que son amantes del dinero, se burlaban de Jesús. Pero él les dijo: “Ustedes pretenden pasar por justos delante de los hombres; pero Dios conoce sus corazones, y lo que es muy estimable para los hombres es detestable para Dios”.


REFLEXION

Dios conoce sus corazones


Las condiciones de los primeros cinco sábados de la Devoción de Reparación al Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María fueron anunciadas por Nuestra Señora en Fátima. Se trataba de una reparación durante cinco meses consecutivos. Fueron hechos a Lucía el 10 de diciembre de 1925.


Cuando apareció en este día, Nuestra Señora estaba con el Niño Jesús. Jesús dijo: "Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre, cubierto de espinas que los hombres ingratos colocan en él a cada momento, mientras no haya quien haga un acto de reparación para apartarlas de ella".


Nuestra Señora entonces habló: "He aquí, hija mía, mi Corazón rodeado de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan en todo momento con sus blasfemias e ingratitud. Dame consuelo, tú, al menos; y haz saber en mi nombre que te prometo". asistir en la hora de la muerte, con las gracias necesarias para la salvación, a todos los que en el primer sábado de cinco meses consecutivos:


Confiesa sus pecados.

Recibe la Sagrada Comunión.

Recita cinco décadas del Rosario.

Hazme compañía durante quince minutos meditando los misterios del Rosario.

Tiene la intención o propósito de hacer reparación al Inmaculado Corazón ".


Estos son los requisitos mínimos para cumplir las condiciones de la promesa de Nuestra Señora de obtener para nosotros "en la hora de la muerte las gracias necesarias para la salvación".


Adjunto a la Devoción de los Cinco Primer Sábado están los siguientes:


Salvación de nuestra propia alma.

Salvación de los pecadores.

Paz en el mundo.


(Promesas de Fátima)


Dios te bendiga



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