Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.
REFLEXIÓN
"a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros."
PAPA acaba de tener un seminario sobre San José. Nos consagramos a San José para terminar legítimamente el “Año de San José” con una comprensión más clara y mejor del papel de San José en la vida de la Madre María y Jesús. Y a su vez, nuestras vidas.
Todo se reduce a la obediencia. María obedeció, san José obedeció y se nos pide que obedezcamos también.
Imagínese, creyendo de verdad y, por tanto, obedeciendo de verdad, que Dios lo sabe todo, y que lo que quiere para nosotros, pase lo que pase, es que estemos eternamente con él.
Lo que nos muestra San José es que nuestra total confianza en la obediencia a Dios es para bien; a pesar de lo que les depara el futuro. Todo resultaría para siempre, sin importar lo accidentado que fuera el camino, lo empobrecidos que estuvieran y las muchas espinas y cruces que debían llevar. A pesar de las grandes dificultades y peligros, la Voluntad de Dios superaría toda duda y confusión.
Pensamiento del día: Dios está con nosotros todo el tiempo. Él está con nosotros en nuestros hijos pródigos, amigos y en momentos muy difíciles como los tornados del Medio Oeste.
Ore para que aceptemos con fe lo que está sucediendo en nuestras vidas. Debemos pedirle a Dios, como lo hizo el Espíritu en un sueño, que nos muestre de manera rotunda que no somos olvidados. Lea la Biblia, asista a FACEZBS, escuche los podcasts, vea los videos, asista a nuestras conferencias y retiros. Cuanto más amamos a Jesús, más amaremos orar por nuestros sacerdotes.
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