top of page
Maria Martinez

SÁBADO DE LA XXX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, 30 DE OCTUBRE DE 2021



Lectura del Santo Evangelio según Lc 14:1, 7-11


Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola:

“Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’.

Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido’’.


REFLEXIÓN

‘Amigo, acércate a la cabecera’.


La invitación fue puramente por cortesía, pero aún así se había recibido una invitación para la boda. Los círculos sociales eran tales que no habría otros conocidos más que la familia de la novia y la novia. Su amistad se había desarrollado a lo largo de los años haciendo negocios entre ellos.


Los invitados a la boda superaron la capacidad del área de recepción. Se creó una sala de desbordamiento. La pareja invitada se dejó llevar por el exceso de flujo, pero los anfitriones los buscaron y los invitaron a sentarse a su mesa. De hecho, fueron sus asientos los que les dieron.


En el Evangelio, Jesús se da cuenta de que muchos estaban compitiendo por el asiento de honor. Quienes emitieron la invitación tenían la última palabra sobre la clasificación de los invitados. Cuando aceptamos la invitación de Cristo a sentarnos con Él a la Mesa en el Reino de Dios, se nos recuerda que este es un regalo de gracia, un regalo y no algo por lo que nos hayamos ganado o trabajado. Todo lo que hacemos en respuesta a este don es hacerlo todo por la causa de Cristo. No somos mejores que nadie.


Habrá un gran gozo cuando nuestro Señor nos toque en el hombro y nos diga: "¿Qué estás haciendo aquí? Sube y siéntate a mi lado".


Dios te bendiga.

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
Fundación PAPA

Sacerdote Pare Siempre Apostolado de Oración

bottom of page