Lectura de la Epístola de San Pablo a 1 Tm 6:11-16
Hermano: Tú, como hombre de Dios, lleva una vida de rectitud, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre. Lucha en el noble combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste tan admirable profesión ante numerosos testigos.
Ahora, en presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio tan admirable testimonio ante Poncio Pilato, te ordeno que cumplas fiel e irreprochablemente, todo lo mandado, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo, la cual dará a conocer a su debido tiempo Dios, el bienaventurado y único soberano, rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, el que habita en una luz inaccesible y a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él todo honor y poder para siempre.
REFLEXIÓN
"conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste tan admirable profesión ante numerosos testigos".
Hay muchos días especiales a lo largo del año para honrar a padres, madres, abuelos, hermanos, etc. En 2003, el Consejo de USA de Serra International, cuya misión es honrar y fomentar las vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa, organizó el primer Sacerdocio Domingo. En el Antiguo y Nuevo Testamento hay muchas referencias a la dignidad, importancia y vocación santa de los sacerdotes.
El papel de los sacerdotes es esencial para la prosperidad de la Iglesia. Los sacerdotes usan muchos sombreros en la Iglesia. Lo más importante es transformar el pan en el Cuerpo de Cristo, absolvernos de nuestros pecados, casarnos, aconsejarnos, guiarnos y mediar entre Dios y nosotros.
Cuando el sacerdote se toma el tiempo de hablarnos, llamarnos la atención, o regañarnos, nos demuestra cuánto nos ama. Algunos pueden verlo como humillación o mezquindad o que no debemos gustarle. Pero no, es como con el amor de un buen padre, él está ahí para ayudarnos a comportarnos, entender lo que creemos y mostrarnos el camino al cielo.
Recordamos que son humanos. Y, sí, tienen defectos como nosotros, y es por eso que oramos por ellos. PAPA ora diariamente por nuestros sacerdotes, les enviamos saludos de cumpleaños, celebramos con ellos sus aniversarios de ordenación y estamos ahí para ayudarlos con nuestros dones, nuestros recursos, nuestros alimentos, nuestra amistad y nuestro amor. Oramos para que no se acuesten cómodamente, coman suntuosamente, beban en exceso, vivan en mansiones palaciegas u olviden el llamado de su vocación.
El Papa Francisco describió los 7 pilares del sacerdocio.
1. La fuerza del sacerdote depende de su relación con Cristo.
2. Así como debe estar cerca de Cristo, el sacerdote debe estar cerca de las personas a las que sirve.
3. La autoridad de un sacerdote debe estar ligada al servicio, especialmente al cuidado y protección de los más pobres, los más débiles, los menos importantes y los más fáciles de olvidar.
4. El sacerdote debe ser ministro de misericordia.
5. El sacerdote está llamado a la sencillez de vida.
6. El sacerdote debe ser modelo de integridad.
7. El sacerdote debe ser fuente de bendición para su pueblo.
Bienaventurado el que guarda la fe para siempre,
asegura la justicia para los oprimidos,
da de comer al hambriento.
(Salmo 146).
Abraza a un sacerdote, agradécele los momentos especiales en los que te ha ayudado. Lo más importante es orar por él, recordándolo diariamente.
Agradecemos especialmente a todos nuestros párrocos, a los sacerdotes que nos bautizaron, nos casaron y enterraron a nuestros seres queridos. PAPA agradece al Padre Michael, consejero espiritual, por su amoroso cuidado por todos y cada uno de nosotros. Que la Madre María cubra a todos los sacerdotes con su manto de intercesión.
REFLEXIONA. ¿Has enviado una nota de agradecimiento a un sacerdote, una nota de aliento o una nota llena de tu sonrisa?
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