"Sin el sacerdote, de nada servirÃa la pasión y muerte de nuestro Señor. El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo... es el mayordomo del buen Dios, el administrador de sus bienes... el sacerdote no es sacerdote para sà mismo, es sacerdote para vosotros".
~ San Juan MarÃa Vianney