LUNES DE LA VI SEMANA DE PASCUA, 23 DE MAYO DE 2022

Luca Rossetti de Orta, La Santísima Trinidad, Fresco, Italia 1738-1739

LECTURAS DE LA MISA

Lectura del Santo Evangelio según Jn 15:26—16:4a

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo.

Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los expulsarán de las sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé muerte creerá dar culto a Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de estas cosas para que, cuando llegue la hora de su cumplimiento, recuerden que ya se lo había predicho yo’’.

REFLEXIÓN

"recuerden que ya se lo había predicho yo".

Me da vergüenza decirlo, pero es verdad. Mis nietos de 5, 7, 8 años me enseñaron a jugar al ajedrez, aunque era en un juego de Super Mario Chess y siempre tenía que buscar quiénes eran las figuras. Las reglas cambiaron dependiendo de quién me estaba instruyendo. Fue divertido y recuerdo lo que me dijeron.

Los rompecabezas para 5+ fueron muy entretenidos mientras hablábamos mientras trabajábamos en el rompecabezas. El pequeño me felicitaba por mis habilidades con los rompecabezas y yo a él. Y luego hablábamos mientras trabajábamos. De vez en cuando intercalaban con un abrazo tan grande como un abrazo de PAPÁ y decían: "Te amo".

La hora de acostarse fue divertida. Leímos de la serie Sweet Pickles, cada letra del alfabeto fue identificada con un animal y las personalidades humanas de sus diferentes personajes. Mi nieta y yo nos identificamos con el Yak -un Yakkity Yak- ya que a los dos nos gusta hablar y acaparar una conversación (disculpas a todos).

Y luego, leer una Biblia para niños puede ser agotador, porque fue difícil para ellos seguir la pista de Isaac, Jacob y Esaú, José, Moisés y el ejército egipcio mientras cruzaban el Mar Rojo. Pero la repetición y la explicación en contexto les ayudaron a comprender y recordar.

Y luego tuvimos una hora de aprendizaje con el Magnificat para niños y repasamos la Misa y las lecturas del Evangelio del domingo. Y podían hacer tantas preguntas como quisieran. Lo entendieron y espero que lo recuerden.

El punto de todas estas historias es que hacemos un impacto en las personas en lo que decimos, cómo lo decimos y lo recordarán. Jesús estaba contando y recordando a sus apóstoles lo que se convertiría para ellos en un momento de enseñanza. Se iba, pero los estaba preparando y diciéndoles lo que necesitaban recordar.

Cada persona con la que entremos en contacto nos recordará a nosotros y a nuestras palabras, aunque sean groseras, abruptas, chismosas, manipuladoras, cariñosas, amorosas y amables. La gente recordará a Jesús en nosotros no tanto por cuánto oramos o incluso cómo oramos, sino por cómo el amor del Padre por el Hijo y del Hijo por el Padre se manifiesta en su amor mutuo en el Espíritu Santo que mora en a nosotros.

El Señor se deleita en Su pueblo.

(Salmo 149).

Dios te bendiga.