En aquel tiempo, Herodes había mandado apresar a Juan el Bautista y lo había metido y encadenado en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y Juan le decía: "No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano". Por eso Herodes lo mandó encarcelar.
Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida, pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado, pero le gustaba escucharlo.
La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños. La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile les gustó mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: "Pídeme lo que quieras y yo te lo daré". Y le juró varias veces: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".
Ella fue a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?" Su madre le contestó: "La cabeza de Juan el Bautista". Volvió ella inmediatamente junto al rey y le dijo: "Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista".
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó a su madre.
Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.
REFLEXIÓN
"No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano".
San Juan Bautista es el único santo cuyo nacimiento (24 de junio) y su muerte (29 de agosto) son celebrados por la Iglesia.
En nombre de Jesús, Juan el Bautista dio testimonio de justicia, fortaleza y valentía. Murió porque dijo la verdad. Esto no fue aceptable en la corte del Rey y con venganza, ira, resentimiento y lujuria pecaminosa, fue ejecutado.
San Juan Bautista, el primo de Jesús, saltó en el vientre de su madre cuando María vino a visitarlo. Fue el precursor de Jesús y lo señaló a sus discípulos. Fue testigo de la venida del Mesías. Se preparó para predicar y bautizar llevando una vida muy austera y dura.
"No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano". No había miedo en su mensaje ni se preocupó por el encarcelamiento o la tortura. Él conocía la Verdad y dijo la verdad.
Podemos esperar tiempos difíciles en nuestra vida. No todos los caminos que tomemos serán fáciles y si es la voluntad de Dios sufrir por Él, que estemos preparados para ello. Ya sea diciendo la verdad y no retrocediendo por miedo o una mentalidad de ser tolerante. Necesitamos pedir el don de la fortaleza y el coraje en tiempos de adversidad.
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