MIÉRCOLES DE LA V SEMANA DE PASCUA, 18 DE MAYO DE 2022

LECTURAS DE LA MISA

Lectura del Santo Evangelio según Jn 15:1-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.

Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.

Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos’’.

REFLEXIÓN

...“Porque sin mí nada pueden hacer”

El orgullo y la humildad son opuestos. Uno viene con nuestra humanidad, no hay opción de desinstalarlo y el otro es un regalo de la gracia.

Dios siempre está presente y sabe cuándo y cómo tratar con nosotros. Nacimos con orgullo. Pídele a nuestro Padre que nos ayude y nos libre de este mal innato del amor propio ya medida que crezcamos en amor por Él, Él nos llenará con la gracia de la humildad.

¿Y por qué optaríamos por la humildad? La llave del corazón de Dios es un alma humilde. Él nos colmará de paz y confianza, haciéndonos querer ser más humildes y más generosos con el prójimo.

¿Estamos preparados para ser la más pequeña de las criaturas de Dios?

Dios te bendiga.