"Así como es lícito resistir al pontífice que ataca el cuerpo, así es lícito resistir al que ataca las almas, o altera el orden civil, o sobre todo, al que intenta destruir la Iglesia. Es lícito resistirle al no hacer lo que manda y al impedir la ejecución de su voluntad. No es lícito, sin embargo, juzgarlo, castigarlo o deponerlo, porque tales actos pertenecen a un superior ".
~ San Roberto Belarmino
Comments