En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a caminar por la orilla del lago; toda la muchedumbre lo seguía y él les hablaba. Al pasar, vio a Leví (Mateo), el hijo de Alfeo, sentado en el banco de los impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se sentaron a la mesa junto con Jesús y sus discípulos, porque eran muchos los que lo seguían. Entonces unos escribas de la secta de los fariseos, viéndolo comer con los pecadores y publicanos, preguntaron a sus discípulos: “¿Por qué su maestro come y bebe en compañía de publicanos y pecadores?”
Habiendo oído esto, Jesús les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores”.
REFLEXIÓN
“Sígueme”
Los Israelitas se rebelaron abiertamente contra Dios cuando los israelitas exigieron un rey para ser como las demás naciones. El pueblo, a pesar de que Samuel les dijo lo equivocados que estaban, exigió tomar esta ruta. Se negaron a seguir la voluntad del Padre. Y Saúl se topa con la historia mientras busca los asnos. Y se convierte en rey.
Es muy bueno estudiar las Escrituras. Jesús nos deja seguir Su fragancia, Su ejemplo y aprender de Él. “Sígueme”, sigue diciendo Jesús. El verdadero Rey nos mostrará el camino.
La batalla de el bien contra el mal ha estado en la Biblia desde el principio. Se nos habla una y otra vez de la batalla contra la carne, el mundo y el diablo. ¿Nos quedamos solos para la batalla? ¿Nuestro razonamiento realmente nos dice que podemos luchar por el bien sin ningún entrenamiento, instrucción o liderazgo?
Mientras luchamos diariamente con el enemigo de nuestras almas y las almas de nuestra familia, las Escrituras nos muestran la manera de reconocer, resistir y vencer el ataque del enemigo. Asistir a Misa diaria, rezar sin cesar, ofrecer sacrificios de alabanza, adoración diaria, obras de caridad, confesión frecuente, la Sagrada Comunión y la asociación con espíritus afines son algunas de nuestras armas y armaduras. Nuestro líder es Jesucristo conducido por el Espíritu Santo para combatir y librarnos del mal.
Pensamiento del Día: ¿Estás listo para la guerra espiritual? Coge la Biblia, estúdiala con la ayuda de un sacerdote que sea "in persona Christi Capitis in ecclesiae --en la persona de Cristo, Cabeza de la Iglesia". PAPA ofrece una gran oportunidad no solo para comprender la historia de nuestra fe, sino también para crecer en el conocimiento de Dios. Únase a nuestro FACE ZBS, (estudio bíblico con el padre Michael) semanalmente los miércoles.
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