(1303-1373)
Lectura del Santo Evangelio según Mt 13:18-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Escuchen ustedes lo que significa la parábola del sembrador. A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arrebata lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron a lo largo del camino.
Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe.
Lo sembrado entre los espinos representa a aquel que oye la palabra, pero las preocupaciones de la vida y la seducción de las riquezas, la sofocan y queda sin fruto.
En cambio, lo sembrado en tierra buena, representa a quienes oyen la palabra, la entienden y dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta’’.
REFLEXIÓN
"En cambio, lo sembrado en tierra buena, representa a quienes oyen la palabra, la entienden y dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, el sesenta; y otros, el treinta"
Dios vio la creación y dijo que era muy buena. Nos hizo templos del Espíritu Santo.
Pero desde el Jardín del Edén cuando entró el pecado, hemos estado luchando con el mundo; son las tentaciones, los encantos y la contaminación de nuestros cuerpos.
Nuestros apegos no son nuestro final, pero al leer tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, parece que todavía necesitamos ayuda.
Dios nos dio los Diez Mandamientos pero convenientemente los hemos dejado a un lado. Hacemos lo que queramos con nuestros cuerpos: abortar a nuestros bebés; consumir drogas; mutilarlos; y contrarrestar el orden y el cuidado ordenados por Dios. Hemos perdido nuestra dignidad.
Nos hemos convertido deliberadamente en seres humanos egoístas e incontrolables que se alejan de la buena semilla y permitimos que Sus palabras, Su muerte, se incrusten en espinas y rocas.
La Santa de hoy es Santa Brígida. Tuvo visiones de Nuestra Señora y del Cristo crucificado. Sabía sobre la templanza, el sacrificio y el cuidado de los demás. Su familia era rica. Después de enviudar, fundó el monasterio de Brigittino para hombres y mujeres.
Eligieron una vida austera, alegre y distante. Ella buscó corregir los abusos de la Iglesia y fue conocida como la “reformadora pionera”. Llevó una vida de penitencia, pero participó activamente en la reforma de la Iglesia y llevó almas a Dios.
"El mundo tendría paz si sólo los políticos siguieran el Evangelio".
(Santa Brígida)
Dios los bendiga.
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