En aquel tiempo, Jesús comenzó a recorrer ciudades y poblados predicando la buena nueva del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus malignos y curadas de varias enfermedades. Entre ellas iban María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, el administrador de Herodes; Susana y otras muchas, que los ayudaban con sus propios bienes.
REFLEXIÓN:
"que los ayudaban con sus propios bienes."
¿Sabías que Dios confía en nuestra generosidad?
Muchas de nuestras buenas obras incluyen diezmar a la Iglesia, donar a organizaciones benéficas, trabajar uno a uno con los pobres, los huérfanos, los viudos y los enfermos.
Aquello sin lo que nacemos es ahora nuestra riqueza acumulada. Y muchos de nosotros atesoramos. Tenemos más de 20 zapatos, más de 50 atuendos, compramos en rebajas y decoramos nuestras casas para que la gente pueda "ooh" y "aah" por lo bien que el diseñador de interiores combinó todo. En el mundo inmobiliario, "escenificamos" nuestras casas para mostrar cómo sería realmente la vida si tuviéramos menos y no estuviéramos tan abarrotados. Verá, las casas ordenadas son más atractivas y se venden mejor.
En el evangelio de hoy, fueron las mujeres quienes apoyaron el ministerio de Jesús. Y aceptó su ayuda y su presencia en el día a día de la evangelización. Se dieron a sí mismos y también a su dinero.
Acabamos de tener nuestra Segunda Conferencia Anual de PAPA. Trabajamos y oramos para que los sacerdotes puedan estar ardiendo por Jesús y Su Iglesia.
Dependemos únicamente de las donaciones y oramos y donamos nuestro tiempo y talentos. Tenemos el ministerio PAPA Joe que ayuda a alimentar a los bebés y niños de Venezuela. Tenemos a PAPA por la Vida que reza por la vida, el fin del aborto. Todos los niños que rescatamos pueden algún día ser sacerdotes y religiosos. Tenemos más de 170 sacerdotes en todo el mundo que aprecian nuestras oraciones y palabras de aliento en su ajetreado trabajo.
Nuestros ministerios son mantenidos por nuestros dones materiales y espirituales y nuestros ministerios nutren nuestras necesidades espirituales. El sacerdote católico es un sacerdote para todos. Recuerda PAPA, reza por nosotros y reza por nuestros sacerdotes.
Visite nuestro sitio web para conocernos. papamio.org
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