En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: “Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude”.
El Señor le respondió: “Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará”.
REFLEXIÓN
"Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres".
A menudo estamos más obsesionados con la hospitalidad que con disfrutar el momento en que nuestros amigos vienen a visitarnos. Porque ,la oportunidad de ser hospitalarios y charlar con ellos sobre cualquier tema que pueda surgir.
En Navidad, mi familia siempre estaba completamente preocupada por servir la cena y no reflexionábamos sobre por qué íbamos a cenar esa noche en primer lugar: para celebrar el nacimiento de Jesús.
Con el tiempo me di cuenta que los regalos y la cena se van. Jesús permanece.
Con mi familia ahora, seguimos disfrutando la comida, los regalos, las celebraciones de temporada y las reuniones. Ahora hacemos a Jesús el centro de estas celebraciones y nos gusta celebrar la Misa de medianoche en la víspera de Navidad.
Recordemos desacelerar el ritmo de vida y entender lo que realmente es importante en el momento.
コメント